Encíclicas

 El otro día en clase de Religión estuvimos haciendo trabajos de encíclicas y luego,  hicimos unas exposiciones para que todo el mundo se enterara de lo que le había tocado a los otros grupos. Antes que nada, saber que las encíclicas son son cartas públicas y formales del Sumo Pontífice que expresan su enseñanza en materia de gran importancia. Las encíclicas se proponen: 
* Enseñar sobre algún tema doctrinal o moral * Avivar la devoción * Condenar errores * Informar a los fieles sobre peligros para la fe procedentes de corrientes culturales, amenazas del gobierno, etc. 
De todas las trabajadas y expuestas, las que más me llamaron la atención fueron las siguientes:
 - Rerum Novarium: Esta fue la primera encíclica y fue publicada por el Papa León XIII. Lo que más me llamó la atención fue que, a pesar de que hubo algunas épocas en las que la Iglesia abusó de su poder también lo usó para hacer el bien, como en este caso, que fue utilizada para favorecer un cambio político, en especial relacionados con el proletariado.
- Quadrigesimo Anno: Esta encíclica pertenece a un período bastante conflictivo, pues fue después de la Primera Guerra Mundial y cuando se produjo la caída de la Bolsa de Nueva York, el jueves negro. En este caso aprovechó para recordar que la unión hace la fuerza y que, si todos los cristianos se unían se podría solucionar el caos y el desorden social. También promovió al reparto de bienes entre los cristianos. 
- Pío II: En este caso no hizo ninguna Encíclica pero perteneció  a otro período de Guerra, la Segunda Guerra Mundial, en la que se favorecía la ayuda y compasión hacia los prisioneros y niños abandonados.
- JUAN XXIII:  Hizo dos Encíclicas, Mater e Magistra y Pacen in Terris, la primera, fue escrita para concienciar a la gente sobre la superpoblación, la desigualdad y la dignidad del trabajo, mientras que la segunda es para promover la paz a través del respeto.
  Las Encíclicas nos hacen caer en la cuenta de que la Iglesia, a pesar de haber pasado por períodos de corrupción también ha luchado contra las desigualdades y que actualmente también lo hace, es decir, nos recuerda, que la verdadera Iglesia es la Iglesia que lucha y defiende a los que más lo necesitan.